miércoles, 10 de junio de 2009

Modus operandi europeo

Tres días después de que los partidos de la derecha populista, junto con los extremistas e incluso las formaciones más xenófobas, se hicieran con la mayoría de escaños en el Parlamento Europeo, la resaca se hace más dura que nunca. No obstante, la cuesta arriba a la que nos enfrentamos invita, por lo menos, a la reflexión. Es, de hecho, la aspirina necesaria que alivia el dolor de cabeza de los días posteriores, pero que, tristemente, no cura el virus que corre por Europa.

Ahora, pues, es momento de analizar en profundidad la desilusión de la izquierda y, por consiguiente, su modus operandi en este tipo de acontecimientos. Pero también es momento de parase y prestar especial atención a la reacción de los votantes de la derecha, particularmente en nuestro país, así como a la falsa sensación de victoria por parte de sus líderes (si tenemos en cuenta los datos de participación).

En cuanto a la izquierda, una vez más, la desilusión y la falta de motivación han sido las causas de que aquellos, que son muchos, que podían haber ido a las urnas a salvar la Europa de Berlusconi (& company) se hayan quedado en casa. No creo que la baja participación de la población europea sea debida solamente a un castigo a los partidos socialistas por la recesión en la que estamos inmersos. Al fin y al cabo, quien más quien menos es consciente de que los que nos metieron en este embolado llamado crisis son los mismos que han ganado estas elecciones. Creo, más bien, que las causas son la indiferencia frente a un proyecto europeo que consideran poco claro y distante.

La derecha, por contra, siempre se mantiene firme, y va votar con rotundidad. El resultado: escalofriante. En primer lugar, y de cara a los 27, porque la sexta parte de los 736 diputados de la nueva Cámara son de ultraderecha o euro escépticos. Y en segundo lugar porque, ya en casa, la reacción de los votantes fieles del PP frente a los casos de corrupción en los ayuntamientos de Valencia y Madrid (hoy sin ir más lejos el juez del TSJM ha impuesto una fianza de 1,8 millones de euros al ex alcalde de Boadilla por el caso Gürtel) no es otra que cerrar filas y reafirmarse.

1 comentario:

  1. Hay vida inteligente en la política?

    Un votante normal, alguien que busque argumentos lógicos y discursos coherentes, se ecuentra absolutamente desamparado.

    La izquierda hace mucho tiempo que perdió su lugar. La derecha es un auténtico monstruo capaz de acabar con todo.

    Hay vida inteligente en la política? Desde luego, en los partidos mayoritarios, no.

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