Mindundis
Ya no se tiene respeto por nada, ni siquiera por las grandes figuras que dan nombre a un país entero. Que dan color y alegría. Que muestran en el extranjero tal cual somos en Vallecas, en Carabanchel, con rulos y bata, en el mercado, con los travestis. Por favor, que estamos hablando del rey de la movida española. De un grande. Pero ni por esas…
¿Cómo osa Carlos Boyero, redactor de la sección de Cultura de El País, meterse con el hombre que más veces ha abrazado a Pe? A Almodóvar hay que abrazarle sin abarcarle y estar de buenas con él. Una relación sin rotos, o “sin fisuras” que se dice. Si no te gustan sus películas, ingenuo Boyero, te lo lo guardas y redactas aquello que nuestro oscarizado Pedro querría leer. Y si no sigues estas directrices ya sabes la que te puede caer encima. Desde que pongan en entredicho tu traslúcida opinión hasta que te comparen con el mismísimo Losantos (otro grande).
"Estamos en un país libre y los periodistas no tienen porqué ser intocables", escribía Almodóvar ayer en su blog. Veremos a ver si no es al contrario. Veremos a ver si no eres tú el que quiere ser intocable, y si no eres tú el que no sabe encajar las opiniones negativas, en este caso sí libres, de los periodistas más reconocidos del panorama cultural de nuestro país para con tus películas.
Veremos a ver si estos que dicen ser grandes acaban siendo en el fondo unos simples mindundis de carácter cagón y malperdedor, como decía mi padre.