martes, 12 de mayo de 2009


Cacique Fabra




Denegó una subvención al Grup per la Recerca de la Memoria Histórica desde su cargo de concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Castellón. Posteriormente, no obstante, prologó y financió un libro que ensalzaba la figura de Franco. Definió la obra como total, ambiciosa y concluyente. Y además, tuvo la sangre fría de calificar a su autor como “un valiente”.

En su etapa al frente de la alcaldía de La Vall d’Uixò
autorizó un vertedero y los vertidos de residuos tóxicos sin ningún tipo de licencia. Vendió plaguicidas ilegales. Falsificó documentos. Y más, mucho más. Pero sigue siendo “un político y ciudadano ejemplar”, ¿no Mariano? ¡Cómo no! Es Don Carlos, el cacique… Y no hay bravo que ose meterse con él en la provincia.

Por desgracia.

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